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Mostrando entradas de 2020
  Un poema para cada estación del año El lector o lectora puede ser cualquiera de nosotros. El desocupado lector al que le habla   Don Miguel de Cervantes en el Prólogo a su inmortal Don Quijote. Porque es esencial estar desocupado para entretenerse con las minucias de la   literatura; se debe disponer de tiempo propio para disfrutar de   la poesía. Era muy niña, pero mis papás me dejaban vagar libremente hasta   la vivienda de mi abuela y de mi tía. Allí, en un cuarto solitario, una mañana   pude   hurgar en su cómoda. Ahí encontré, en la Antología de mi tía Cuquis, lo que ella transcribió con su armoniosa letra palmer. Ahí leí y aprendí varios poemas, de memoria. Luego los declamaría para mis familiares. Les comparto uno de éstos. Quizá el más “primaveral”. Empezaba mi vida. Todo tenía sabor de cuento maravilloso. “Margarita está linda la mar,/y el viento, /lleva esencia sutil de azahar;/yo siento en el alma una alondra cantar;/tu acento:/Margarita, te voy a contar/un cuento:

La discreta belleza del manzano

  La discreta belleza del manzano       A mi hermana Aurora Estela   De su infancia son memorables   ciertos paisajes de la piel y la historia:   Una vez le cortaron el pelo   y   yo no pude contener el llanto   al sentir, sin saberlo, menguada su belleza.   Sin embargo, ella me apaciguó diciendo: “Me gusto más ahora que parezco un muchacho”   Por eso no me causa   asombro   que su prestigio haya llegado a países remotos.     De Japón y de China.     han llegado rumores sobre un rastro   de luz   que se percibe ciertas mañanas neblinosas en que gentes muy tristes amanecen pensando en el suicidio.     Entonces,   cualquier evento normal: un loto que esplende en el estanque una piedra bien colocada en un jardín de piedra   conduce a los amargos a una   misteriosa evocación   y   ven -como en sueños- a   la segunda hija de una familia mexicana   una niña tan frágil de apariencia que su   padre la apodó para su adentro:   “florecita

DE NUEVO LA POESÍA

 ¿Sabes quién vino a visitarte? Valentina  la mínima poesía, la pelota rodando  entre el baile  y las flores  que suspiran  después de saludarte  en  tu aniversario  A ti que  quizá  cumples años de princesa o cenicienta con zapatillas rotas, que callan, que sollozan, si no pueden abrazarte
 Estelas de la memoria  Estelas de la memoria “La vida no es como fue, sino como la recordamos” Gabriel García Márquez Cuarenta años de presencia en nuestras vidas de lo que experimentamos en el primer edificio amado con verdadera pasión. La Normal del Estado. : Las remembranzas están aquí, sin jerarquía, sin cronología, sin orden. Están aquí con el simple objeto de suscitar otras memorias, por lo tanto, una disculpa, tanto para los recuerdos mencionados, como para los olvidados. Algunos y algunas de los que educaban en la Normal Una anciana maestra llega a la puerta de la escuela en un taxi. Alguien la conduce en su silla de ruedas hasta el salón de clases. Es seria, viste de negro y con su pelo austeramente recogido en la nuca ¿qué nos puede inspirar sino inspirar respeto? Sin embargo, es amable y dicta con claridad unos apuntes de Gramática española. En la clase se escucha un murmullo: se trata de la importante maestra Conchita Maldonado, y está enferma. Pocos días después supimos d