Triptico
1.- El pasado
Como el desierto,
como una frase que nunca se dijo,
Lot camina sin mirar hacia atrás
Nosotros confiamos
En que su mujer
desvanecida y salada
pero no muda, lance un grito
mientras llora el camello a su lado
y un ángel deposita sobre sus hombros
el futuro
2.- Alegría
Imagina un fuego
pasando de mano en mano,
como sello para el corazón
Imagina una margarita indestructible
y un campo caminado en silencio
reanudando la amistad
Sueña que los manteles de la mañana
cantan, ascienden, hablan,
alba, graciosamente
Confirma que la sonrisa
se despierta en la noche
Y dice serenamente: soy tuya
3.- Paraíso
El hombre y la mujer estrenan libertad
de nombrar a las cosas y poseerlas.
Desnudos de sí mismos
dialogan.
Respira el aire infancia, adolescencia
Y nos paseamos entre poderosos árboles
sin saber del trabajo y la muerte.
El día abre sus manos
Después habrá una espada de fuego
unos ojos de lumbre, unas palabras
que marcarán largas temporadas de silencio.
Ahora, nosotros, nostálgicos de amor- multiplicados-
buscamos cada infinita y dolorosa noche,
el milagro del abrazo primero.
Como el desierto,
como una frase que nunca se dijo,
Lot camina sin mirar hacia atrás
Nosotros confiamos
En que su mujer
desvanecida y salada
pero no muda, lance un grito
mientras llora el camello a su lado
y un ángel deposita sobre sus hombros
el futuro
2.- Alegría
Imagina un fuego
pasando de mano en mano,
como sello para el corazón
Imagina una margarita indestructible
y un campo caminado en silencio
reanudando la amistad
Sueña que los manteles de la mañana
cantan, ascienden, hablan,
alba, graciosamente
Confirma que la sonrisa
se despierta en la noche
Y dice serenamente: soy tuya
3.- Paraíso
El hombre y la mujer estrenan libertad
de nombrar a las cosas y poseerlas.
Desnudos de sí mismos
dialogan.
Respira el aire infancia, adolescencia
Y nos paseamos entre poderosos árboles
sin saber del trabajo y la muerte.
El día abre sus manos
Después habrá una espada de fuego
unos ojos de lumbre, unas palabras
que marcarán largas temporadas de silencio.
Ahora, nosotros, nostálgicos de amor- multiplicados-
buscamos cada infinita y dolorosa noche,
el milagro del abrazo primero.
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